La banca del mañana: personalizada, sostenible y tecnológicamente avanzada
Con un enfoque futurista, las instituciones que ofrezcan portafolios de inversión personalizados y alineados con los valores de sus clientes tendrán una ventaja competitiva.
Hace una década, el panorama tecnológico era muy distinto. Por ejemplo, los pagos móviles eran poco comunes y estaban limitados a unas cuantas aplicaciones. Con la llegada de 2025, es pertinente discurrir sobre cómo seguirán evolucionando numerosos sectores en los próximos 10 años, sobre todo ante el avance de la inteligencia artificial.
Para Juan Carlos Arroyo, director de Canales Digitales de Banco Azteca, se vislumbra que los procesos operativos de las instituciones financieras y la interacción con los usuarios tendrán una relación directa con la inteligencia artificial, misma que se ha ido construyendo con el paso de los años.
En ese sentido, se están probando y evaluando herramientas que faciliten las tareas de los operadores bancarios y los diseñadores de producto, para el desarrollo de nuevas soluciones o el mejoramiento de las ya existentes.
El ejecutivo expresó su optimismo de cara al mañana e incluso recordó cómo, hace décadas, el lanzamiento de un programa de hojas de cálculo (Excel) fue un parteaguas para simplificar diversas tareas, convencido de que el futuro traerá aún más innovaciones.
Y, si bien los usuarios de la banca serán altamente digitalizados, con servicios que se adaptarán cada vez más a sus necesidades específicas, también se prevé que estarán más conscientes del impacto ambiental de sus hábitos de consumo.
Como resultado, los bancos ya están ofreciendo opciones de financiamiento verde, un escenario donde la transparencia es indispensable.
En su participación como panelista del Expansión Summit 2024: México del Futuro, Arroyo sostuvo que las nuevas generaciones buscarán que las empresas estén cada vez más alineadas con sus valores.
Por ejemplo, dijo que los portafolios de inversión serán un elemento diferenciador, al permitir a sus clientes de la siguiente década diversificar los recursos en proyectos que les permitan conectar con sus inquietudes ambientales y sociales.