Trump corteja a Wall Street con recortes de impuestos en su visita a la Bolsa de Nueva York
Donald Trump hizo sonar la campana de apertura de la Bolsa de Nueva York el jueves, un momento de celebración para el presidente electo que fue devuelto a la Casa Blanca en unas elecciones en las que la economía estadounidense ocupó un lugar central.
Trump aprovechó la ocasión para hacer una nueva ronda de promesas de recortar los impuestos, una prioridad clave para muchos de los donantes políticos y líderes empresariales reunidos en el parqué de la Bolsa de Nueva York.
El presidente electo prometió rebajar la tasa corporativa del 21% al 15% y dijo que está hablando con sus asesores sobre la posibilidad de recortar los gravámenes sobre las plusvalías y los dividendos, cambios que serían bien recibidos por los inversores y que probablemente impulsarían un repunte del mercado.
“Realmente quería bajarlo al 15, y seremos capaces de hacerlo”, dijo Trump sobre el tipo corporativo en una entrevista con la CNBC momentos después de tocar la campana. “Vamos a recortar aún más los impuestos”.
Trump también prometió hacer “algo grande con las criptomonedas”. Ha prometido recortar drásticamente las reglas federales y ha comenzado a nombrar reguladores, incluido Paul Atkins a la Comisión de Bolsa y Valores, que son vistos como amigables con la industria de activos digitales.
El acto del jueves marcó el nombramiento de Trump como “Persona del Año” de la revista Time. La publicación concedió el título al presidente entrante por su asombrosa remontada política en las elecciones de noviembre, en las que ganó un segundo mandato y los republicanos se hicieron con el control de las dos cámaras del Congreso.
Trump estuvo acompañado por muchos de sus candidatos más destacados para el Gabinete, como Scott Bessent, fundador de Key Square Group LP, para el Tesoro; Howard Lutnick, consejero delegado de Cantor Fitzgerald LP, para Comercio; Robert F. Kennedy Jr, para Sanidad; Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte, para Interior; Kelly Loeffler, para la Administración de Pequeñas Empresas; y JD Vance, vicepresidente electo, entre otros.
Trump salió entre aplausos del parqué y cánticos de “USA”. Se colocó junto al consejero delegado de Intercontinental Exchange Inc. Jeffrey Sprecher, mientras tocaba la campana.
Antes de la apertura, Trump habló en la bolsa, aprovechando la oportunidad para promocionar el programa económico populista con el que hizo campaña. Dijo que sus políticas traerían empleo y elogió a los miembros de su gabinete que le acompañaron en el acto.
“Creo que la economía va a ser muy fuerte”, dijo Trump.
El acto del jueves, en un centro icónico del capitalismo estadounidense, fue rico en simbolismo para un líder que con frecuencia utiliza el mercado de valores como indicador del éxito de sus políticas económicas.
“Creo que siempre he dicho que, para mí, la Bolsa lo es todo”, dijo Trump a la CNBC.
La agenda de Trump
Trump hizo campaña con una amplia agenda populista, cargada de recortes de impuestos y beneficios y de recortes de la regulación, que le granjeó el apoyo de Wall Street y de los líderes empresariales. Las encuestas muestran que los votantes de este año favorecieron a Trump basándose en sus promesas de expandir la economía.
Incluso cuando los mercados funcionaban bien bajo la presidencia de Joe Biden, Trump afirmaba con frecuencia en campaña que esas ganancias se debían a que los inversores creían que el republicano volvería a la Casa Blanca.
Trump ha propuesto nuevos aranceles de amplio alcance contra aliados y adversarios por igual que, según advierten los principales economistas, podrían elevar los precios para los hogares y las empresas estadounidenses y redirigir o reducir el flujo comercial mundial. Y ha prometido que promulgará una deportación masiva de inmigrantes indocumentados que también ha preocupado a algunos líderes empresariales.
Los inversores han visto cómo el S&P 500 subía desde las elecciones al aplaudir los planes del presidente electo de recortar impuestos y desregular. Aun así, la racha del mercado amenaza con ponerse a prueba por las amenazas arancelarias de Trump contra sus principales socios comerciales.