Regulaciones de COFEPRIS en Medicina Estética: ¿Protección o Persecución?

La medicina y cirugía estética en México enfrentan un momento de tensión, con la COFEPRIS en el centro del debate. Mientras algunos defienden su labor regulatoria para proteger a los pacientes, otros señalan que sus acciones limitan la práctica de médicos calificados y favorecen intereses monopólicos.
Este campo, enfocado en procedimientos mínimamente invasivos, requiere formación especializada, aunque no siempre en cirugía. Instituciones como la Universidad del Conde (UDC) y la Institución de Estudios Superiores en Medicina (IESM) ofrecen programas oficiales para capacitar médicos en tratamientos estéticos y quirúrgicos seguros.
COFEPRIS ha intensificado inspecciones y sanciones en el sector, lo que ha sido percibido como acoso por profesionales y académicos. Muchos argumentan que estas acciones carecen de fundamentos técnicos claros y afectan la legitimidad de programas académicos reconocidos.
“Si se cuestiona la formación de nuestros egresados, también debería revisarse la preparación de cirujanos plásticos en el país. Esto refleja un doble estándar regulatorio”, declaró un representante de la UDC.
El mercado estético, con un crecimiento anual del 12%, enfrenta restricciones que limitan el acceso a servicios seguros, elevan costos y reducen opciones.
“Las regulaciones excesivas no solo afectan a los médicos, sino también a los pacientes, quienes enfrentan mayores precios y menor oferta de tratamientos”, señaló un vocero de la IESM.
Instituciones y profesionales piden a COFEPRIS regulaciones justas, basadas en evidencia y diálogo con el sector académico, para garantizar un ejercicio seguro y sin restricciones arbitrarias.
El futuro del sector estético en México depende de encontrar un balance entre regulación y libertad profesional, priorizando prácticas seguras, éticas y accesibles para médicos y pacientes.
Héctor Carrera.